El lavarropas es uno de los electrodomésticos más utilizados del hogar. Un buen mantenimiento no solo evita fallas, sino que también extiende la vida útil del equipo y mejora su rendimiento diario. Acá tenés una guía práctica con hábitos simples que hacen una gran diferencia.


1. No sobrecargues el tambor

Cada lavarropas tiene una capacidad específica. Llenarlo por encima del límite provoca:

  • Desgaste prematuro del motor

  • Exceso de vibraciones

  • Lavado menos eficiente

Siempre dejá un espacio libre dentro del tambor para que la ropa pueda moverse correctamente.


2. Limpiá el filtro con regularidad

El filtro retiene pelusas, objetos pequeños y sedimentos. Si está sucio, el lavarropas trabaja forzado.
Lo ideal es revisarlo cada 30 a 45 días, según la frecuencia de uso.


3. Usá el detergente correcto y en la medida adecuada

Más detergente no significa mejor lavado.
Un exceso genera espuma innecesaria, afecta los sensores y puede provocar obstrucciones.
Si el equipo es automático o inverter, usá detergentes aptos para carga automática.


4. Mantené la goma de la puerta limpia y seca

La junta de goma acumula humedad y residuos.
Después de cada lavado:

  • Secala con un paño

  • Dejá la puerta entreabierta para ventilar
    Esto evita malos olores y prolonga la vida del sello.


5. Realizá ciclos de mantenimiento

Una vez al mes hacé un lavado sin ropa, con agua caliente y un limpiador específico para lavarropas.
Esto elimina sarro, jabón acumulado y bacterias que afectan el funcionamiento del tambor y los caños internos.


6. Nivelá correctamente el equipo

Un lavarropas desnivelado vibra más de lo normal y afecta el motor, los rodamientos y la estructura.
Verificá que esté apoyado sobre una superficie firme y ajustá las patas hasta que quede completamente nivelado.


7. Revisá las mangueras cada cierto tiempo

Las mangueras de carga y desagote son fundamentales para el funcionamiento.
Recomendaciones:

  • Revisarlas cada 6 meses

  • Cambiarlas cada 3 a 5 años

  • Asegurarse de que no estén dobladas, secas o agrietadas


8. No postergues ruidos o fallas extrañas

Un sonido inusual, una vibración que antes no tenía o ciclos que duran más de lo normal son señales de alerta.
Atenderlo a tiempo evita roturas mayores.


Conclusión

Con cuidados simples y constantes, tu lavarropas puede durar muchos más años y funcionar como el primer día. Los modelos modernos, como los que encontrás en Tienda Delfino, ya vienen diseñados para ser más eficientes y resistentes, pero el mantenimiento sigue siendo clave.


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